“Cada
persona tiene su propio color, una tonalidad cuya luz se filtra apenas a lo
largo de los contornos del cuerpo. Una especie de halo. Como en las figuras
vistas a contraluz.” (Haruki Murakami)
La cultura
mexicana es una de las más pródigas, en todas sus manifestaciones culturales y
en ello van los colores. Expresión que se refleja en toda su exteriorización
cultural, en donde los colores, nos representan, nos describen, nos inspiran,
nos dan a conocer sobre como es el entorno o como somos nosotros.
La interpretación
del color está determinada por los significados que se le atribuyen en la
cultura donde se produce y que emerge a través de la interacción social. Es en
la vida cotidiana donde se construyen la forma de interpretar los colores y
darles uso, es en el intercambio simbólico donde se representa nuestro contacto
con el mundo de los colores y su cromatismo como fenómeno psicosocial.
Resulta
sugerente como en la exhibición, el color aparece en las diversas expresiones
humanas cargando de simbolismo los rituales como son los actos fúnebres. Aquí
se condensan tramas vinculares que articulan el color a la subjetividad del
mundo íntimo.
También, se
extiende el color, como expresión del hacer humano en los textiles,
manifestación que permite comprender los registros cromáticos precolombinos en
el Perú, en la artesanía textil de Chile, en el arte Wikárika, entre la cultura
de los huicholes, que se mira reflejada, en las obras artísticas de sus mujeres,
en el aprovechando del algodón de color natural en América, entre otros. En
este sentido, el color aparece también como espacio que recrea la identidad de
las culturas, como es el caso de la ruta del tequila en Jalisco.
El color es
como un signo visual, cómo este signo visual se coloca en el plano de la interacción
humana cargándolo de significado y dotando a la acción de un registro muchas
veces invisible a nuestra conciencia, pero visible como imagen producida en la
mente de un organismo vivo que cuenta con aparato sensorial como la visión. Al
respecto, el color desde una perspectiva psicosocial puede pensarse como “Una
lengua convencional codificada, que se recodifica y se amplía en una gran
polisemia de señales o símbolos, difíciles de entender fuera de la comunidad
donde emerge”
Los colores
se combinan en todas las expresiones de cultura como en el folklore mexicano.
Los destinos coloniales de este bello país están declarados Patrimonio de la
Humanidad. Los pueblos y ciudades mexicanas tienen herencias culturales
muy interesantes y el hombre, en su intensa alegría, puede llenar sus caminos
con colores vivos a la vista para sonreír y hacer sonreír a los visitantes.
- En Guanajuato: es fascinante, estar en su mirador y ver los colores de sus casitas con ese halo cromático, que es como ver una pintura artística viva.
- En Tlacotalpan, Veracruz: que, en el año de 1998, fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Es un sitio lleno de colores e identidad con verbenas alegres y tradicionales, así como con sitios a visitar de las que resaltan las fachadas de sus casas, con ventanales y muros pintados con colores brillantes o pasteles, así como sus portales que cada año cambian de color como si su gente tuviera un gusto por la decoración de su lugar.
- En Isla Mujeres, Quintana Roo: Los isleños reciben a los visitantes con el calor y el color que caracteriza a su isla, los pescadores y familias fundadoras se inspiran para que Isla Mujeres siga siendo el paraíso que conocieron y cuyo legado maya es su mayor tesoro.
- Campeche, San Francisco de Campeche, también declarada Patrimonio de la Humanidad, resalta a nuestro sentido de la vista por sus colores que adornan sus calles en armonía con sus templos barrocos y baluartes al ser una de las ciudades mejor fortificadas de América.
- San Cristóbal de las Casas, Chiapas: es considerada como uno de los destinos más románticos, es una de las más bellas y originales ciudades de México y otras partes del mundo.
- En Izamal, Yucatán: un Pueblo Mágico pintado uniformemente en amarillo ocre con remates en blanco a decisión de sus habitantes ya que cuentan los antiguos pobladores que desde hace mas de 50 años el primer edificio en pintarse así fue el Convento de San Antonio de Padua.
- Costa Careyes, Jalisco: en su naturaleza regala a la vista paisajes costeros de selva y montaña entre caletas y playas combinándose con la arquitectura mexicana de sus casitas, villas y hoteles que se pintan en colores muy alegres.
- La bella ciudad de Oaxaca: el sitio arqueológico de Monte Albán, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad hace 27 años, orgullo que se siente al visitar la ciudad que mantiene su belleza arquitectónica y sus colores combinado con cantera verde que la hace única.
- San José del Cabo, Baja California Sur: es un destino turístico más tradicional, tranquilo y lleno de color a comparación de Cabo San Lucas, que, aunque están unidos por un corredor turístico costero, tiene tantos atractivos culturales que brilla por cuenta propia debido a su variedad cromática.
- Ajijic, Jalisco: este pueblo lleno de colores se encuentra a orillas del lago de Chapala, su magia atrapa por representar a un típico lugar mexicano donde sus calles se decoran con tiendas de artesanías y joyas, galerías así como restaurantes tradicionales con adorno de flores y tupida vegetación.
- Sayulita, Riviera Nayarit: este rincón del Pacífico es un pueblo de pescadores cultural y cosmopolita a la vez, su esencia llena de colores solo relaja la mente e invita a disfrutar para pasear en sus calles empedradas y conocer sus galerías de arte, restaurantes, hoteles y tiendas pintadas con colores fascinantes para no olvidarse.
- Palizada, Campeche: con casitas de techo de teja francesa, este único Pueblo Mágico de Campeche se une a su capital al pintarnos un panorama de arco iris.
Así como
estos lugares, existen muchos más en este México colorido, en donde nos damos cuenta que el color es algo muy
importante, es un sinónimo de capacidad creativa, porque el color nos representa y nos
expresa como somos o de donde somos.
Soy
Mexicana amo mi país y agradezco ser parte de uno de los lugares más coloridos
por que sin colores yo sería una mujer sin color y sin color no hay vida.
TALLER DE MEDIOS
3ª BACHILLERATO
ANDREA BELÈN CACHO HERNÀNDEZ
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